Polución económica, el discurso hegemónico

¿Qué pasa si analizamos la manera de entender la economía y el medio ambiente en España, China y Alemania?

Vamos a iniciar nuestro análisis sobre el estudio de las respuestas sobre la variable V107 de la World Value Survey 2005 en los diferentes países en la que observamos como mide la puntuación civil sobre las hipotéticas políticas futuras del gobierno respecto a la reducción de la polución (Estatal) encontramos un posicionamiento inicial de:

- China: Muy en acuerdo (10.7%) En acuerdo (29.8%) Desacuerdo (52.5%) Muy en desacuerdo (7.0%)

- España: Muy en acuerdo (53.3%) En acuerdo (37.1%) Desacuerdo (6.9%) Muy en desacuerdo (2.7%)

- Alemania: Muy en acuerdo (40.4%) En acuerdo (35.4%) Desacuerdo (17.8%) Muy en desacuerdo (6.4%)

Bajo estos resultados, podemos comprender que mientras España es el Estado donde la civilización responde mayoritariamente de forma afirmativa a la cuestión de reducción de polución al medio ambiente (en suma: 90.4%) De tal manera entendemos que 9 de cada 10 ciudadanos españoles están a favor de la reducción de la polución. Frente a estos datos, China muestra una tasa contraria. El país asiático, aglutina un total del 59.5% de la población en contra de la reducción de polución. No en vano bien hay que señalar que el segundo cluster sociológico mas importante en éste país (pese a estar alejado en 12 puntos porcentuales del primero) representa a una moderada respuesta afirmativa sobre la reducción. Finalmente Alemania, con unos datos intermedios, pero asimilando mas la tipología de distribución de respuesta Española, responde con una afirmación aglutinada de 75.9% frente a una oposición restante minoritaria de 24.2%. Los datos reflejan una realidad social compleja y diversa en cada Estado. Facilmente en realidad explicable por varias variables, pero de las cuales señalaremos tan sólo las que teóricamente consideramos mas explicativas.

China pese a ser conocida como el área de la polución por excelencia, posiblemente el foco mediático sobre el cual recordamos la mayoría de extravagantes (en su gran diversidad) noticias que nos llegan como la publicada por "El país" el 22 de Febrero de 2013 sobre la existencia de "pueblos del cáncer" (https://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/22/actualidad/1361539395_481811.html) o las sucesivas nubes tóxicas (https://www.vtv.gob.ve/articulos/2013/01/30/china-mantiene-la-alarma-por-la-contaminacion-y-se-cancelan-unos-30-vuelos-fotos-9284.html) que afectan al ritmo habitual de un país en pleno funcionamiento como es China. Sin embargo la población no está por la labor de parar el ritmo, el por qué es sencillo, y no se trata por el gusto del olor, de lo divertido del cáncer o de la pachorra típica asiática que se toma con tranquilidad los retrasos en vuelos... la causa es meramente economicista. Conociendo el tejido económico de China, una pronto se da cuenta de que una gran parte de la PIB corresponde a la industria, conocida por sus excesos y basada en éstos para superar al resto de potencias industriales y post-industriales. La sociedad China se muestra poco contrariada, entre la calidad de vida y la ambición económica, nuestro análisis muestra que la respuesta es mas o menos clara: primero seamos LA potencia económica, luego ya nos preocuparemos por nuestra calidad de vida.

Frente a ello, observamos las estadísticas de países occidentales Europeos de características post-industriales. Si bien es notable la diferencia y el peso de la época industrial así como la industrialización en Alemania frente a España. Ello explica las mayores reticencias de la sociedad alemana frente al freno claro de la polución. Anecdóticamente, sabiendo que en España la concienciación sobre la reducción de polución es mucho mayor que en Alemania, la fuerza representativa política de un actor que denuncie el hecho es menor que en Alemania, donde recordemos existe una fuerte presencia de agentes ecologistas y un bien organizado partido verde que gobierna en varias instituciones de diferente índole.

Finalmente, podríamos acabar la explicación de la respuesta Española, sobre el hecho de que la sociedad hispana paraece estar mayormente basada en la importancia en la calidad de vida (recordemos que es uno de los estados top-3 de duración de vida) así como la gran biodiversidad y la explotación turística que supone un pulmón claro para el PIB español. Al fin y al cabo podríamos decir que se trata del mismo modelo pragmático, pero aplicado al interés histórico, social y económico de cada Estado.

Por otro lado, al comparar la v104, sobre el ambiente y el crecimiento económico, vamos a basarnos en la misma para intentar confirmar nuestras sospechas teóricas anteriormente comunicadas. Veamos los resultados:

- China: Proteccionista del medio ambiente (64.4%) Produccionista-Economicista (29.5%) Otra (6.1%)

- España: Proteccionista del medio ambiente (63.9%) Produccionista-Economicista (33.6%) Otra (2.5%)

- Alemania: Proteccionista del medio ambiente (36.6%) Produccionista-Economicista (50.4%) Otra (13.0%)

El principal atributo de análisis tras la publicación de tales estadísticos es la fuerte presencia de la visión economicista en Alemania. Frente al primer perfil (sorprendente) en China (y menos sorprendente) en España, Alemania rompe con la lógica empleando la visión germana: primero la economía, luego el medio. Estos resultados son muy interesantes, puesto que contradicen con bastante fuerza las anteriores afirmaciones, sobre todo en los casos de China y Alemania. Por el lado del gigante asiático, entendemos que existe una doble moral preponderante, una respuesta políticamente correcta, un interés de humo (nunca mejor plasmado) sobre el medio ambiente, que es en la práctica aplastado por la visión economicista de su realidad. Si fuera cierto el hecho de la amplia implantación moral sobre el interés medio ambiental como muestran los datos se daría el hecho de una confrontación entre la visión social a largo plazo y a corto plazo, en realidad vendríamos a re-afirmar nuestra anterior frase sobre la lógica China: "Primero seamos LA potencia económica, luego ya nos preocuparemos por nuestra calidad de vida."

Sobre el motor europeo, la Alemania post-industrializada como antes comentábamos, responde a una lógica realmente interesante y contraria a la (de primeras) ilógica asiática. Mientras las encuestadas Alemanas respondían mayoritariamente a la importancia de la reducción de la polución, de manera algo mas reticente que el estado ibérico, en el caso de mostrar el perfil dicotómico medioambiental-economicista, los Alemanes tienen muy claro que lo primero es el dinero. Quizás y ésto es el presuponer mas hondo de todo el breve análisis que aquí realizamos, la Alemania actual, la de la Canciller Ángela, muestre unos retazos de despecho económico, al mismo nivel que los muestra por ejemplo España como imperio cultural. Ser un segundo plato, no es comprensible para una sociedad como la Alemana, "el segundo es el primero de los perdedores" Y parece que pese a comprender la importancia del cuidado del medio ambiente (recordemos los resultados de Alemania en la V107) se vislumbra un interés imperioso en la sociedad germana, el de la misma ambición que la China, ser de nuevo, los dueños económicos del mundo. De momento Ángela no cesará en ese empeño, eso seguro.

Como vemos, el interés por el medio ambiente siempre es un hecho que parece a todo el mundo preocuparle, pero que responde a un segundo aspecto. El medio ambiente es otro felador de una economía que bajo una hegemonía discursiva capitalista (por mucho que la mona se vista de comunista o democristiana, mona se queda) pone a cualquier otra lógica que no sea la economicista e individual a un nivel inferior al suyo. Los resultados aquí obtenidos, al menos, eso parecen señalar y al final si no fuera por la importancia de tener una playa bonita para los ingleses, rusos, alemanes y chinos que vienen en verano a nuestro Estado, estoy seguro, que aquí, primaría construír tantos Algarrobicos (en forma de industria claro, si presuponemos que el turismo no fuese un motor económico) tantos Benidorms, tantos Marina d'Or, tantos Mallorca, industriales como pudieramos y lo haríamos con sumo gusto, pues todos sabemos que sin dinero no se puede vivir, pero sin medio ambiente... oh wait.

David Vilches Rodríguez. 

*Datos obtenidos de la WVS 2005 de los diferentes países: Alemania, España y China.